22 de mayo de 2011

Indignada

Indignación es una de las palabras más escuchadas en el movimiento 15-M. Indignación por todo, por el sistema. Por el "todo para el pueblo... ¡¡buah que no!! ¡¡Que para mí!!"

¿Se ha notado en las elecciones? Sí. La izquierda se ha visto debilitada porque en estas asambleas se ha promovido el votar a partidos minoritarios. La gente de derechas no tiene prohibido votar a minoritarios. Pero oye, no sé qué mierdas les pasa que son fieles a sus partidos. Les peten el cacas o no.

Votar a uno u a otro es cosa de cada uno. Pero votar a un partido donde poca gente se libra de estar implicada en algún caso de corrupción... Es para indignarse, pero de verdad.

El día que la gente piense por sí misma y no se deje convencer por las campañas electorales todo cambiará. Hasta entonces... ¡Dejemos que nos roben!

Podría poner mil cosas, pero creo que sobran las palabras ya...

Menos mal que el movimiento 15-M no es para cambiar el gobierno, sino para cambiar el sistema en general. Por lo que me da igual el resultado de las elecciones. Yo seguiré apoyando la causa hasta que consigamos vivir en una democracia real, de las de verdad. De esas en las que me siento protegida por el gobierno al que elijo y siento que me tienen en cuenta.

¿Utopía? No lo creo... El problema está en la gente que sí lo cree. A todos ellos: el cambio no sólo es posible, sino que tarde o temprano llegará. De ellos depende que sea hoy o dentro de mil años.